Sobre mí
¡Hola! Soy Roque Crespo Castizo, Psicólogo de corazón, y Psicoterapeuta por vocación.
Mis andanzas con la Psicología se remontan a mi adolescencia, cuando llevado por la curiosidad (y por un poco de suerte, todo sea dicho), me descubrí un día leyendo noticias sobre el cerebro y el comportamiento humano, en lugar de estar haciendo los deberes de matemáticas que tenía que entregar al día siguiente. A mi madre no le hizo mucha gracia, pero no me arrepiento de nada.
Tras este primer encuentro vinieron muchos más en forma de noticias, artículos, vídeos de YouTube y libros, muuuchos libros. Empecé a interesarme por la ciencia que hay oculta tras las relaciones humanas, por el comportamiento y las leyes que lo rigen y, en definitiva, por ese apasionante y gran desconocido que es el cerebro. No podía entender que en la escuela no nos enseñaran nada acerca de por qué somos lo que somos y hacemos lo que hacemos.
Así que, cuando en Primero de Bachillerato me ofrecieron la oportunidad de escoger la optativa de Psicología, no me lo pensé dos veces. Y cuando la profesora el primer día nos preguntó quiénes de los que estábamos en su asignatura lo hacíamos porque queríamos ser psicólogos, mi asombro fue doble: primero, por lo claro que lo ví en ese momento, y segundo, por lo solo que me quedé al levantar la mano. Por aquel entonces estudiar Psicología aún no estaba de moda, y los que lo hacían pensaban más en subir nota de cara a Selectividad que realmente en aprender sobre esta ciencia o dedicarse a este oficio.

¡Hola! Soy Roque Crespo Castizo, Psicólogo de corazón, y Psicoterapeuta por vocación.

Mis andanzas con la Psicología se remontan a mi adolescencia, cuando llevado por la curiosidad (y por un poco de suerte, todo sea dicho), me descubrí un día leyendo noticias sobre el cerebro y el comportamiento humano, en lugar de estar haciendo los deberes de matemáticas que tenía que entregar al día siguiente. A mi madre no le hizo mucha gracia, pero no me arrepiento de nada.
Tras este primer encuentro vinieron muchos más en forma de noticias, artículos, videos de YouTube y libros, muuchos libros. Empecé a interesarme por la ciencia que hay oculta tras las relaciones humanas, por el comportamiento y las leyes que lo rigen y, en definitiva, por ese apasionante y gran desconocido que es el cerebro. No podía entender que en la escuela no nos enseñaran nada acerca de por qué somos lo que somos y hacemos lo que hacemos.
Así que, cuando en Primero de Bachillerato me ofrecieron la oportunidad de escoger la optativa de Psicología, no me lo pensé dos veces. Y cuando la profesora el primer día nos preguntó quiénes de los que estábamos en su asignatura lo hacíamos porque queríamos ser psicólogos, mi asombro fue doble: primero, por lo claro que lo ví en ese momento, y segundo, por lo solo que me quedé al levantar la mano. Por aquel entonces estudiar Psicología aún no estaba de moda, y los que lo hacían pensaban más en subir nota de cara a Selectividad que realmente en aprender sobre esta ciencia o dedicarse a este oficio.
Experiencia y formación

Y así fue como me decidí a ser Psicólogo. Estudié Psicología en la Universidad de Málaga, donde me gradué con menciones en Psicología Clínica y en Psicología de la Salud, y poco después me especialicé en el ámbito de la salud con el Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad de Salamanca.
Sin embargo, desde el inicio tuve muy claro que estos estudios, si bien me iban a dar la base necesaria para poder entender la Psicología como disciplina, difícilmente me iban a dar la experiencia y el conocimiento necesarios para desenvolverme eficazmente en consulta. La teoría es un cimiento, sí; pero la práctica, la formación continua y el trabajo directo con las personas son el auténtico motor del aprendizaje.
Por eso, desde el principio no he dejado de formarme y trabajar. He sido voluntario en el Teléfono de la Esperanza, apoyando a jóvenes en crisis y con ideaciones suicidas; cuento con experiencia y formación en problemas de ansiedad, depresión y duelo, entre otros; y soy Experto en Terapia Infantil y Adolescente por el Instituo SIAC, con más de 300 horas de formación, y Experto en Terapia Sistémica por el Centro Soluciones, con 500 horas de experiencia teórico-práctica.
Además, he tenido el privilegio de impartir charlas en la Universidad de Málaga y colaborar en la enseñanza de futuros psicólogos. Y mi interés por la investigación me ha llevado a publicar en libros científicos, participar en congresos y actuar como revisor en revistas especializadas. Vamos, que no me aburro.
Cómo trabajo
Mi forma de hacer terapia se basa en el Modelo Sistémico; una perspectiva que me permite entender las dificultades que enfrentas no sólo a nivel individual, sino también como parte de un conjunto más amplio: tus relaciones, tu entorno y las diferentes dinámicas que influyen en tu vida.
Pero como cada persona es única, combino este modelo con herramientas de otras corrientes terapéuticas, como la Terapia Cognitivo-Conductual, técnicas humanistas y enfoques de tercera generación, adaptándome a lo que mejor funcione para ti para que la terapia sea eficaz y te ayude a generar cambios reales y duraderos.
Mis sesiones son prácticas. Sin rodeos ni charlas eternas que no van a ningún sitio. Cada sesión tiene un propósito: resolver lo que te preocupa y darte herramientas útiles desde el día uno, para que podamos empezar a avanzar desde la primera vez que nos veamos. La idea es que trabajemos juntos tanto tiempo como sea necesario, pero no más de lo que haga falta. Si hay algo que odio son las terapias interminables que no van a ninguna parte.
Y para que la sesión sea lo más provechosa posible, cuento con la inestimable ayuda de mi pizarra. Visualizar las cosas ayuda a entenderlas mejor. Es mi herramienta visual para sintetizar problemas complejos y conseguir que te lleves un mapa claro de lo que te está funcionando y de cómo cambiar lo que no. Al final de cada sesión, tendrás estrategias concretas para aplicar en tu vida. Porque el cambio no sucede en el despacho, sino en el mundo real.
Así que, si estás listo para dar el primer paso y necesitas alguien que te escuche, te guíe y (a veces) te suelte alguna que otra broma mala, aquí estoy.
¿Nos ponemos manos a la obra?


¿Hablamos?
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Teléfono y mail de contacto
- Email: roquecrpsicologia@gmail.com
- Número: 722 15 89 95
Donde estoy
Podemos vernos presencialmente en Málaga, en el Centro de Psicología Levy: Calle Don Cristian, 3. Piso 1 D.
También atiendo de manera online.
Información protección de datos Roque Crespo Castizo.
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