No te preocupes, es completamente normal. Hay personas que vienen sabiendo exactamente lo que quieren contar, mientras que otras que no. Mi trabajo es ayudarte a ordenar lo que sientes y a encontrar el punto de partida. Lo importante es venir con la disposición de avanzar, no tener todo claro desde el inicio.
Las sesiones duran entre 50 y 60 minutos, que es el tiempo necesario para trabajar a fondo y avanzar en lo que te preocupa. Al principio suelen ser cada una o dos semanas, pero al final de cada sesión decidimos juntos si necesitas otra y en qué plazo, siempre dependiendo de tus necesidades.